Especialistas en
Retinopatía del Prematuro
Cirugía de ROP estadio 5
La primer cirugía para tratar la retinopatía del prematuro en su estadio 5 se realizó en 1977, gracias al trabajo de Treister y Machemer. Durante la década de los 80´s, la técnica de vitrectomía a cielo abierto para abordar esta condición fue popularizada por Hirose. Aunque esta técnica lograba mantener el ojo viable en un 39% de los casos y preservar algo de visión en un 10%, su naturaleza invasiva y las numerosas complicaciones asociadas llevaron a su desuso hace varios años. No obstante, sentó las bases para futuros procedimientos. Muchos Oftalmólogos siguen desestimando el realizar cirugías para ROP estadio 5 debido a los resultados de las cirugías de los 80´s que ya han dejado de practicarse.
Con la llegada de nuevos instrumentos y, más recientemente, la vitrectomía de microincisiones, la cirugía ha experimentado avances significativos, mejorando tanto los resultados anatómicos como visuales. Existen diversas técnicas, descritas por expertos como Trese, Capone, Choi, Lee, y la Dra. Martínez, quien introdujo la técnica de resección de la membrana con radiofrecuencia. Esta innovación ha reducido complicaciones graves, como rupturas de la retina, y se implementa actualmente en varios hospitales en todo el mundo que cuentan con el equipo necesario para procedimientos en ojos tan pequeños.
El procedimiento implica varias etapas clave, que incluyen la sección del iris, la extracción del cristalino y su bolsa, el corte de la membrana, la eliminación de las tracciones, la aspiración del líquido detrás de la retina y el desplazamiento hacia atrás de la retina utilizando viscoelástico. En bebés prematuros, a diferencia de los adultos, no se emplea aceite de silicón. El objetivo principal de la cirugía es prevenir la tracción en la retina, preservando así cierta capacidad visual. Al eliminar las membranas, se reduce el riesgo de ptisis bulbi. Es importante destacar que el propósito de la cirugía no es adherir la retina, sino rescatar la porción de la retina que aún conserva viabilidad. La meta es lograr un ojo que, al menos, conserve la percepción de luz y que, desde el punto de vista anatómico, sea un ojo con funcionalidad y vitalidad.